martes, 29 de mayo de 2018

El camino del patriarcado (post antiguo)

por error he borrado esta entrada; la vuelvo a compartir ;)


A poco de que empiece el Día Internacional de las Mujeres...


Un camino trazado, gastado, sabido. Un camino recorrido una y mil veces, un camino que parece que tenemos delante cuando en realidad lo tenemos dentro: desde nuestra más tierna socialización en este patriarcado (que ya está durando demasiado), se ha ido configurando este sendero hasta quedar perfectamente trazado. Sabemos que poniendo ahí nuestros pies estaremos en el camino seguro, lejos de la incertidumbre que vive en las veredas de la senda. 


Siendo hoy la víspera del 8 de Marzo, dedicándome a la terapia y al acompañamiento de niños y niñas (en sus más tiernos años de la infancia) pienso, ¿cuántos de nuestros malestares, de los patrones que nos mueven en la infelicidad, no estarán directamente relacionados con esta sociedad patriarcal en la que vivimos? Durante nuestro crecimiento y socialiación, en las relaciones que establecemos con los demás (especialmente con las personas adultas significativas) comenzamos a poner en práctica, entrenando una y otra vez, las diferentes herramientas y estrategias que nos permiten caminar por la vida recibiendo amor. Amor que siendo niñas y niños llega a través de la atención, la aceptación, la presencia, el encuentro... Niños y niñas que percibiendo que el amor llega condicionado a lo que se espera de ellos y ellas comienzan a usar diferentes expresiones y formas de relación, a jugar unos roles que se irán perfeccionando y que siendo diferentes para cada persona se pueden agrupar sin embargo entre los que se corresponden a lo deseable para los varones y lo deseable para las mujeres. Esos roles se aprenden, se ven, se notan y se validan, construyendo otro sendero nuevo, cada uno el suyo; bien trazado y en los márgenes lo sospechoso. 


Tenemos tan impregnados estos valores, comenzaron a colarse tan dentro y tan pronto en nuestra vida que infinidad de veces al día no los vemos ni en nuestra vida entre adultos y adultas ni en nuestras relaciones con peques. ¿Nos asalta la culpa a las mujeres cuando nos damos prioridad a nosotras mismas (una de esas cosas que vivien en el margen del sendero...) y siendo incapaces de sostenerla volvemos al camino del cuidado del otro? ¿Esperamos lo mismo de los niños que de las niñas? ¿Puede un hombre manifestar su amor hacia un amigo sin temor a burlas o juicios? ¿Nos moviliza igual la expresión de la ternura en los niños y las niñas? ¿Y la ira? ¿Tratamos igual sus cuerpos? Con nosotros y nosotras no lo hicieron, seguro. A veces más evidente, a veces más sutil el mensaje fue calando, reproduciendo un mismo


Afortunadamente, con la lucha de tantas y tantas feministas, el camino quizá tiene otra forma, quizá incluye algo que antes resultaba imposible rescatar de los márgenes. Tomando conciencia podemos favorecer una socialización más respetuosa y plural, en la que el amor siempre esté disponible y no condicionado a los roles que unos y otros debemos representar. 


Contra el patriarcado y por su extinción, entrenamiento y toma de conciencia.  


...si quieres te acompaño en este camino que es tan necesario desandar, con urgencia...


(ya no es la víspera; ya es 8 de marzo. La lucha continúa).