jueves, 10 de octubre de 2019

A veces es el momento de parar, respirar y comenzar otro camino.








Quizá ya has visto este cartel en Facebook, LinkdIn, o incluso te lo has encontrado en algún establecimiento del centro de Madrid. Dedico ahora un rato para explicar, con algo más de detalle, lo que en este texto quiero reflejar. ¿Quieres tú dedicar un ratillo a leerlo?



¿Por qué un espacio seguro? Porque se trata de un espacio confidencial, donde "el/la Psicólogo/a mostrará un respeto escrupuloso del derecho de su cliente a la propia intimidad" (Código Deontológico del Psicólogo, Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid). Esta garantía de privacidad facilita que se pueda trabajar de forma abierta y honesta, respetando siempre, además del secreto profesional, el ritmo de cada persona para dicha apertura. Espacio de cuidado y respeto para favorecer el trabajo con una misma o uno 

mismo.


¿Qué voces y qué caras? A lo largo de nuestra vida, especialmente en el proceso de socialización siendo niños y niñas, hemos aprendido una manera de estar en el mundo: nos hemos construido de determinada forma para poder desarrollarnos en determinado contexto. El entorno cambia, crecemos, las relaciones familiares dejan de ser tan fundamentales y dejan paso a otros grupos donde descubrimos y ejercitamos otras facetas que nos permiten adaptarnos a las nuevas situaciones. Ocurre, sin embargo, que a veces no es tan sencilla la maniobra de ajuste y seguimos queriendo usar las herramientas y mecanismos que nos valieron en el pasado pero que ahora nos aprietan y estorban. Afortunadamente nos podemos seguir construyendo durante toda la vida, y para eso podemos recurrir a voces, facetas, caras y capacidades que no han entrado en juego hasta el momento presente, pero que podemos descubrir en nuestro interior, entrenarlas y recurrir a ellas para ampliar nuestro margen de maniobra en la vida.


¿Qué es eso de que cada persona sea protagonista? La Terapia Gestalt se apoya fundamentalmente sobre tres pilares: el aquí y ahora, el darse cuenta y la responsabilidad. Dicho de otra forma y en una frase, es el camino de responsabilizarse de lo que aquí y ahora nos damos cuenta. Este camino es único para cada persona y cada quien se lo construye según lo que necesita y puede asumir.
El darse cuenta de una/o misma/o es como una mirilla hacia dentro a través de la cual poco a poco, en cada aquí y ahora, somos capaces de ver más amplio. Ese cambio en la percepción nos puede movilizar al cambio de alguna pauta de acción, a modificar la forma en que nos relacionamos... Sin embargo la responsabilidad no recae en el o la terapeuta ni tampoco en el hecho de haberse dado cuenta de eso que se desconocía: siempre será una decisión del paciente, de qué y cómo quiere hacer con lo que va descubriendo. Ese es el protagonismo y la responsabilidad.


¿Y eso del "yo- tú"? El o la terapeuta no está desempeñando su oficio por tener todas las respuestas ni por ser superior ni, obviamente, por saber leer la mente de la persona que tiene en frente. La terapia Gestalt es un encuentro entre dos personas, una de las cuales ha recorrido ya un camino de autoconocimiento que junto con la formación recibida le proporciona una mirada y un entendimiento que pondrá al servicio de la salud de quien aún no ha transitado ese camino y quiere hacerlo. La toma de conciencia se hace posible en mayor medida teniendo a un testigo frente al que mostrarse, un testigo que apoya y confronta, que está presente y resuena en el encuentro con esa persona. Esa es la relación yo-tú.


En Sol y en Alcobendas, si quieres te acompaño.



No hay comentarios:

Publicar un comentario